jueves, 26 de noviembre de 2009

NPEST

¿Qué será de ti sin mí y con ella? Ni siquiera sé si ella puede darte sólo la mitad de amor del que yo desprendo por ti. Pero se te ve feliz y se supone que es eso lo que me ayuda a soportar los inviernos sin ti. Sin embargo, es una obviedad que lo que me permite sobrevivir no es otra cosa que ese pequeño momento del viernes en el que, entre todas las miradas, sólo existe la tuya fija en la mía, manteniendo firmemente ese hilo o lo que quiera que sea que me une siempre a ti en la distancia y mantiene viva esta llama que por más que soplo no consigo apagar.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Lo que me da miedo es no poderte tener algún día...y no sé hasta qué punto puede ser realidad

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Y esta es mi vida sin ti pero contigo


Siento que nunca llega el momento de volverte a ver, que no volveré a sentir tus labios en mi piel, que no tendré tiempo de volver a disfrutar de tus ojos fijos en mí, devorándome, sin miedo a que nadie pueda vernos, sin tener que vernos a altas horas de la madrugada a escondidas...como si querernos fuese pecado.
Me calé hasta los huesos de ti, me acostumbré a tenerte en mi vida y me adherí a ti...y acabé columpiando mi corazón y regalándotelo para siempre. Ya lo sé, nos hicimos daño, y no sé qué es lo que me ocurre, pero es como si hubiese perdido la cabeza y voy sin rumbo a ninguna parte sin poder querer a nadie por quererte a ti. Y me duele pensar que debiste dejar mi corazón en medio de algún callejón por miedo a enfrentarte a él todos los días... y ahora debe estar jugando con él algún perro abandonado...porque me duele.
Pero mientras, sobrevivo en algún lugar perdido de mi mente, donde aún huele a ti cuando te recuerdo…

lunes, 2 de noviembre de 2009

Huir o luchar

Con lo fácil que me fue dormir sin ti cuando te tuve entre mis brazos y lo complicado que me resulta conciliar el sueño ahora que no eres mío. Me diste una miel que no se agota con los años y yo ya no sé si quiero comer más. Tú te empeñas a ratos por sacarme de tu vida y a ratos por no dejarme marchar. Y yo, incapaz de respirar sin ti, aguanto con lo poco que me das.

Ya no sé si amarte me resulta un placer o una desgracia porque, con los años, te has convertido en una perdición que, al mismo tiempo, me da la vida.

El amor que corre por mis venas me quema, necesito disminuir la temperatura si no quiero llegar a evaporarme. Deseo tanto besarte que, cuando me das la oportunidad, tiemblo de pasión. Y, en realidad, no es que quiera únicamente hacerte el amor, lo que quiero es que seas sólo mío de una vez. Así que llévame a la cama o piérdeme para siempre de una vez por todas, que estoy harta de tu juego de tentaciones.