martes, 6 de septiembre de 2011

Vacía

Miro al espejo y sólo veo a alguien vacía. Vacía de personalidad de puntos extremos.
Desapareció mi definición, frente a mis propios ojos, dejé que se fugase a otros tiempos más sencillos. Dejé que huyera como los cobardes. Y todo por un despieste en el que olvidé mirarme al espejo cada día para recordar quien era. Y ahora ya es tarde para evitarlo, porque me veo tan vacía como este espejo, cuya personalidad y definición dependen de lo que se le ponga delante.
Es tarde para evitarme el daño, pero siempre hay tiempo para redefinir lo que existe. Mirando el lado positivo, estar vacía me sirve para llenarme de únicamente lo que yo elija...Visto así, no está nada mal.