domingo, 18 de julio de 2010

It hurts

Duele. Pasan los segundos y aumenta la distancia. Mi corazón lo nota y me devuelve, vengándose, punzadas de dolor. Se ha ido. En ese dichoso tren. Y mañana me toca a mí. En ese dichoso avión. Malditos. ¡Qué se habrán creído estos avanzados medios de transporte, que pretenden separar en segundos almas unidas hasta romper sus corazones! No hay derecho, la distancia no debería ser capaz de romper almas forjadas.
Han de pasar semanas hasta volver a verle, qué será de mí. Qué será a la vuelta. Qué me encontraré. Qué estará dispuesto a darme aún. No se merece el dolor de la distancia...
No llores mi amor. Volveré. Volveré y te buscaré entre la gente. Entre toda la muchedumbre. Y te encontraré porque te encontraría con los ojos cerrados, por tu olor o por tus cálidos besos.
Nos vamos cada uno para un lado, kilómetros y kilómetros se interpondrán en unas horas. Y a mí me falta el aire, pero no llores mi amor porque volveré y estaré encantada de tirarme a tus brazos.