martes, 14 de octubre de 2008

Podría decir que estoy en las nubes. Esto es un no parar. Quien mejor me conoce va y me dice que no me equivoque, que todo es producto de mi imaginación, que llevo mucho tiempo sola y ya me estoy liando. Pero hace unos días, estaba hecha una mierda y ahora, a pesar de todo, consigo sentirme algo más feliz. Sonrío. Y sonrío cuando pienso en él. De esas sonrisas que engatusan. ¿Por qué?
Me ha pasado tantas veces lo de engañarme a mí misma con un falso enamorado que debería saber cuándo, cómo y por qué me pasa.
Esto es un rollo, siempre igual. Todos mis textos son iguales. Siempre es lo mismo. Amor. Amor. Amor. Parece un anuncio de perfume, joder. Pero no puedo evitarlo. Cuando tengo tantas cosas en la cabeza, me pongo delante del teclado y me sale solo. Y todo amor y desamor. Por lo que se ve, primordial para mí.
Ni siquiera me conozco. Tal vez un manojo de pétalos blancos me ayuden a decidir y se acabó el lio.
Quiero una margarita y que me diga "NO" y no joder todo.
¿O que me diga "SÍ" y probar si esta vez me toca ser feliz?
Con él...

3 comentarios:

Ana_SepulvedaG dijo...

VirgenSanta...! yo ya no digo nada! Quizás te conozco menos de lo que creo. Nadie te conoce mejor que tú misma, asik ya sabes..!

Catastrophe dijo...

Lo mejor que puedes hacer es esperarte a que el tiempo te de la respuesta, que al final las acaba dando, desgraciadamente las que no queremos oir también, y si al final te decides te tocará lanzarte, total ahí ya sólo hay dos desenlaces posibles.

PD: A mi no me hagas mucho caso que precisamente en amores imposible tengo ya la diplomatura, licenciatura y master. Así que como puedes ver mi criterio en estos temas es cuanto menos cuestionable.

Anónimo dijo...

No te conozco, no se exactamente por lo que estas pasando, no sé cuanto tiempo llevas en las nubes gracias a ese supuesto enamorado, no sé siquiera si darte mi opinion porque, opinar desde fuera normalmente se nos da bien a la mayoria pero poner en práctica nuestras propias creecias no se da tan bien.
Precisamente yo que vivo en una eterna lucha entre mi corazón en mi cabeza, intentando que el segundo controle al primero para que la caida tanga la suficiente altura para poder volver a levantar.
Sin embargo si sé una cosa, más vale arrepentirse de lo que se ha vivido que vivir arrepentida por lo que pudo ser.
Yo realmente no creo en la felicidad eterna tan solo en la felicidad a ratos pero a esta hay que buscarla y no esperar a que nos venga sola a nuestro rincón de seguridad.