lunes, 5 de enero de 2009

Le juré amor eterno un día de fina y suave lluvia y fue en ese momento cuando marqué en el calendario la fecha de mi juicio final: hasta la muerte.
Y mi perdición.
Juré siendo jóven e inexperta. Entregué fuerza, alma y corazón. Mi vida no iba incluida, pero se unió. Y adiós a mi libertad.