lunes, 10 de mayo de 2010

¡cuidado: no olvidar!

Tengo que hacer una lista de cosas que no he de olvidar. Entre ellas, dejar de creer que lo sé todo. Me quedó claro la primera vez que me lo dijiste y es algo que ya había oído antes. De todas formas, igual que la primera vez que me lo dijeron e igual que la primera vez que salió de tu boca, no era necesario. Lo sé muy bien.
Ya es suficiente ser consciente de que no sé para qué sirvo. No es fácil sobrevivir a una vida sin saber qué pintas en ella. Es duro no destacar por nada ni saber de nada. Lo único que sé es lo que he aprendido de lo vivido, más bien poco. Y tú ya te encargas de desvalorarlo. Mejor calladita.
De lo demás sólo sé que no sé nada.
También he de cortarme la lengua, no cabrearme por tonterías e intentar no tener 15 años. Cierto, porque yo siempre me cabreo por tonterías y debe ser que soy una adolescente celosa y sin cabeza.
Si continuo con la lista puede que no acabe nunca. Pero tengo suerte porque ya se me ha olvidado todo. Sí, así soy yo. Lo olvido TODO fácilmente. Haré otra lista de cosas que he de hacer: romper la primera, no sufrir por quien no lo merezca, no dar consentimiento a nadie que intente hacerme inferior, medir mis palabras, no confiar.
Esta lista me gusta más. Sólo queda cumplirla.
A veces las cosas me salen mal. Y supongo que las oportunidades que puedo recibir se acaban. Sin embargo, no hay que olvidar que a mí también se me pueden agotar las oportunidades que regalo.
Seguiré luchando en el día a día por encontrar el sendero del que una vez me aparté y así encontrarme a mí misma. Mientras tanto, has de saber que tengo mucho que ofrecer y ya no sé hasta qué punto compartirlo... No olvides que no soy más lista que tú.

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