lunes, 16 de febrero de 2009

"Qué ojos"

Y me refiero a los míos.
La ví este fin de semana. En la misma habitación, en la misma cama, misma postura, mismas enfermeras, mismos cables... Pero la ví mejor. Más guapa, incluso.
Sonreía, y me sentí relajada y bien por un momento después de tantos por estar ahí con ella. Haciéndola reír. Me besó en la mejilla, casi como hacen las abuelas, dándote mil besos y con mil ganas. Como hacía años que no lo hacía. Y quise llorar de la alegría de poder tocarla y acariciar esa piel tan suave que la caracteriza.
Seguía llena de moratones y un tanto depresiva, pero el color le había vuelto a la cara y las bolsas de los ojos le estaban desapareciendo. Y sólo por eso, yo ya estaba feliz.
Me miró fíjamente y con fuerza a los ojos y sonrió. "Qué ojos más bonitos tienes. Y qué grandes".
Sentí que algo me recorría el alma. ¿Qué significaba eso? No me lo esperaba. No supe qué responder. No había palabras en mis labios. Me quedé sin habla. Sonreí.
Cuánto la quise. Cuánto me quiso.

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