lunes, 16 de marzo de 2009

A tres metros del cielo - literalmente - me acordé de ti. Me pregunto a cuento de qué. Pude pensar en cualquier otra persona y, sin embargo, fuiste tú quien ocupó mis pensamientos. Te fijaste en mí porque soy distinta, o eso me confesaste un día de esos en los que te empeñas en meterte conmigo y yo me empeño en hacerme la ofendida. Te intereso porque parezco especial.
Parezco.
Despiertas mi curiosidad. Tienes algo que llama mi atención. Eres diferente. Estás tras una falsa careta (que no está muy mal) pero que esconde algo mucho mejor. ¿Por qué? La sensibilidad, el cariño, el gusto por la belleza del arte… Tengo la continua necesidad de conocerte más y más. Me tienes como a aquél que está muerto de sed y le das una gota de agua. Investigo cada gesto y analizo tus actos y tus palabras. Niño grande con corazón de terciopelo y dotado de la capacidad de ofrecer un cariño infinito, pidiendo a gritos que le enseñen a convertir una caricia en algo inolvidable y a la espera de un abrazo que le haga tiritar.
Mirando por la ventana de mi asiento 29-D (vaya mierda, me ha tocado pasillo) del avión, la maravillosa vista me engancha. Siento ganas de sentarme en una de esas nubes para descansar un rato, pero las alas del avión no paran de romperlas en cachitos y me joden la ilusión. Y vuelvo a pensar en ti. No entiendo por qué. La vida está llena de finales que no esperabas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo porqué te empeñas en vivir en un mundo de color de rosa. Es lo mejor, no ves la cruda realidad. Pero a veces, es lo que necesitamos, ver las cosas cara a cara, el dolor delante de nuestras narices para darnos cuenta de que lo que vivimos no es un cuento con final feliz

Anónimo dijo...

bueno, soy yo.
yGP

Anónimo dijo...

Más que un mundo de color de rosa yo creo que vives en un mundo color lila. Es decir con cosas muy buenas y cosas oscuras. Tienes que crear un mundo en armonía sin ningún color mezcla. Tú puedes pero tienes que encontrar el camino. A veces da la sensación que no lo encuentras

Anónimo dijo...

tu cuento puede acabar con un final feliz¡¡sólo tienes que creer que puedes hacer que ocurra..
miente... y di que no le quieres.