sábado, 28 de marzo de 2009

Aquí una amiga y lloviznas

Se acercan malos días. Nos atacan lloviznas ligeras sin invitación, aunque se veían venir. Estarán varios días fastidiando mi buen humor mañanero porque no sabré qué zapatos ponerme. Iré descalza y sin proteger mi cuerpo de esas gotitas asquerosas que -más que agua- parecen ácido, sin importarme que estropeen mi ropa, porque es lo que se hace entre amigos. Y esperaré.
Esperaré a que pasen los días, observando el avance de la batalla entre el sol y las nubes sabiendo que alguno vencerá hasta que vuelva el otoño.
Y seguiré, como amiga leal y pacífica (que es lo que soy) y con mi lucha silenciosa, creando un infierno interior que no servirá para nada porque no habrá posible elección ni vencedor por mi parte, pero que me afecta hasta un punto inimaginable. Así que aquí estaré hasta que el aire se lleve estas nubes para charlar con el sol y ver qué me cuenta él sobre eso que tanto me puede de "amigos hasta la muerte y como la muerte es vida..."
(Creo que perdí todas aquellas cutre-poesías que ya no necesitaba tras encontrar mi versión acerca de la amistad. ¿Qué habrá sido de ellas?)

No hay comentarios: